Aunque salir a correr en invierno casi nunca me ha representado un gran esfuerzo, soy de las que se lo piensa bastantes veces antes de salir en bici en los días muy fríos. Pero ahora que no puedo correr debido a la lesión del pie, no me ha quedado otra opción. Salí un día a hacer 40 km en bici de carretera, pero las extremidades me quedaron tan congeladas (probablemente por la falta de equipamiento adecuado), que decidí aparcarla hasta que suban un poco las temperaturas.
Estos días estoy saliendo con la bicicleta de montaña que, debido a mi lamentable estado de forma, me hace sudar bastante. Hoy ha amanecido uno de esos días de frío intenso, sin sol, con el cielo cubierto por niebla alta. Quería hacer una salida larga, así que tendría que abrigarme bastante. Antes de salir me he duchado con agua muy caliente y me he vestido concienzudamente: camiseta térmica de manga larga, polo de invierno y cortavientos, mallas largas de invierno, calcetines gruesos de lana que utilizo para esquiar, tubular para el cuello y dos pares de guantes, unos finos y otros más gruesos. Antes de salir de casa ya estaba sudando, ja, ja, ...
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La Bovera, Guimerà |
He decidido seguir los caminos del sur de la ciudad, con un relieve más accidentado. Mi idea es llegar al Santuario de La Bovera, en Guimerà, y volver por el mismo camino. Fuera del núcleo urbano reina la soledad más absoluta. A lo lejos, escucho el ladrido de unos perros. El camino de ida es costoso, debido al desnivel positivo, lo que hace que casi no sienta el frío. Cuando llego al Santuario, me impresiona la soledad y el silencio que reina hoy en este histórico lugar de origen medieval. Desde lo alto, admiro por unos instantes la panorámica de la comarca y tomo el camino de vuelta.
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La Bovera, Guimerà |
Han sido unos pocos minutos parada, pero los suficientes para que note el aire helado en mi cuerpo. La vuelta es predominantemente en bajada, así que las piernas trabajan menos. Me tapo la boca y la nariz con el tubular, pero ya empiezo a perder la sensibilidad en los pies y en las manos.
Ya casi estoy llegando a casa.
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Llegando a Tàrrega, hoy. |
Llego congelada, pero con las pilas cargadas y buen ánimo. Creo que la tendinitis va a ir para largo, así que ya estoy empezando a planificar nuevas rutas en bicicleta para las próximas semanas.
¡Ya os contaré!