Bueno, parece que salgo de un agujero y caigo en otro. Antes del verano, cuando ya me estaba recuperando de la lesión del pie y empezando a entrenar de nuevo, se me inflama el ligamento lateral interno de la rodilla. Pero esta vez lo tuve claro enseguida: aunque iba a tardar más en curarse, no iba a parar completamente. Así, salía a correr un día, descansaba dos o tres días, dependiendo del dolor, y vuelta a empezar. Después de dos meses, aún no se ha curado del todo, pero ha mejorado mucho. Ahora estoy saliendo tres días a la semana, siempre por caminos de tierra, entre 12 y 17 km.
![](https://3.bp.blogspot.com/-AKNngnxYsrU/W55ldO9re_I/AAAAAAAAIAM/yp4ySerFU-kPWwB6i-0_Uc3Rt8NglrlfQCLcBGAs/s400/Screen%2BShot%2B2018-09-16%2Bat%2B16.14.56.png) |
Caminos de la comarca del Urgell. |
El ritmo por los suelos, pero he conseguido uno de mis objetivos, que era perder lastre. Ahora me siento bien, mucho más ligera.
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Perdiendo lastre |
Claro que me gustaría poder volver a correr como hace un año, más rápido y distancias más largas, pero estoy contenta porque he conseguido adaptarme a las circunstancias. Cuando estas cambien, será el momento de plantearse nuevos objetivos.
Eso es,poco a poco y sin angustiarse por intentar acelerar las cosas! Mucho ánimo y un fuerte abrazo!
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