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domingo, 9 de agosto de 2015

Skoda Triathlon Sprint Tarragona (8 de agosto de 2015)

Hoy ya puedo decir que he puesto un pie en el mundo del triatlón, una disciplina que para mí era algo que quedaba fuera de mi alcance. Pero cómo son las cosas que ayer finalicé mi primer triatlón sprint.

La aventura empezó hace sólo cuatro meses cuando me apunté a un gimnasio con piscina, con la idea de mejorar y correr más rápido. No sabía nadar, pero pensé que era la oportunidad de aprender y pronto imaginé poder alcanzar ese objetivo que creía imposible. Así que cuando vi que había un triatlón en Tarragona, cerca de casa, y en verano, decidí inscribirme. Un impulso un poco arriesgado, que ha requerido de cuatro meses de duro trabajo. Me di cuenta enseguida de que nadar no era algo fácil que se aprendiera simplemente entrenando. Aunque a braza me defiendo bastante bien (puedo evitar ahogarme, quiero decir), mi punto de partida en crol era casi nulo: recorrer 25 metros y parar. Y el objetivo era poder hacerlo 30 veces seguidas y en el mar. Así que le dediqué cuatro o cinco días a la semana e incluso tomé un entrenador personal. Los avances fueron llegando, aunque eran claramente insuficientes para hacer un buen papel el día de la prueba. A pesar de todo, tuve la seguridad de que lograría salir del agua sin que me tuvieran que rescatar.

Durante dos meses, nadar fue mi prioridad. Y, después, me preocupé de la bicicleta. Ni la tenía, ni nunca había usado una bici de carretera. Compré un modelo medio, adecuado para mi bajo nivel, y empecé a entrenar. Las salidas en bici requieren mucho tiempo, algo de lo que ando escasa, pero durante estas últimas semanas he podido hacer algunas salidas de 45 a 65 kilómetros. Un gran descubrimiento la bicicleta de carretera, ya me habían dicho que enganchaba y, la verdad, es que me gusta mucho. Sin embargo, también requiere un período de aprendizaje. Es una bici muy ligera comparada con la de montaña, y aún me siento muy insegura sobre ella, sobre todo cuando las condiciones del asfalto no son buenas o hace viento. Otro tema no menos importante fue adaptarme al uso de los pedales automáticos, que no había usado nunca. La primera vez que me los puse ya me caí.

Preparada para ir a boxes. Puerto de Tarragona.
Mientras iba entrenando estaba tranquila y confiada. Pero a medida que se iba acercando el día de la prueba mi confianza iba menguando a pasos de gigante. Tanto es así que el día antes pensé que no acudiría a la cita. No eran nervios típicos pre-carrera, que ya los conozco bien. Era un miedo mucho más profundo. Pero después de haber invertido tanto tiempo (y dinero) en prepararme para ese día, sería incomprensible que me echara para atrás. Así que allí me presenté, con el apoyo de Jordi y mis dos hijos, que estarían allí para animarme.

Preparando el material en boxes
Tan fácil que es ponerse un dorsal y unas zapatillas y salir a correr, el triatlón es mucho más complicado. Recoger el dorsal, ponerle las pegatinas a la bici y al casco, ir a boxes y dejar la bicicleta colgada de una barra con todo el material que necesitaré para la carrera bien ordenado en el suelo: las zapatillas de la bici, el casco, las gafas de sol, las zapatillas de correr, y el cinturón con el dorsal. Intento recordar dónde está mi sitio y salgo de allí ya vestida con el tri-mono, el chip en el tobillo, el gorro de goma, las gafas de piscina y las chancletas. Y a esperar.

Hay diferentes salidas para las diferentes pruebas que se van a celebrar: sprint masculino, femenino, relevos, aquatlón, olímpico masculino y femenino. Mi salida es a las 16:50. Echo un vistazo a mi alrededor, veo gente súper-preparada, y me voy sintiendo cada vez peor. En ese momento se ha puesto a llover y hace viento. Estoy temblando de frío. Se da el bocinazo y saltamos al agua. Me he puesto hacia atrás y en un extremo. Empiezo a nadar al ritmo de la piscina, sólo pensando en llegar. Son 750 metros y hay que dejar cuatro boyas a nuestra derecha. Cada cuatro o cinco brazadas levanto la cabeza para ver la boya. Hay unas canoas de la organización que nos van controlando. Estoy muy tranquila, no pienso en nada, sólo en nadar relajadamente. Paso la primera boya y la segunda, no estoy cansada, veo que voy a llegar. Una canoa se pone a mi lado, ya sé que voy la última. Finalmente llego a las escaleras y salgo del agua. Un tiempo horroroso de 26 minutos para los 750 m, es que los milagros no existen. La última, pero sonrío, es un gran triunfo para mí.

Salida del agua

Tramo de bicicleta
Corro a buscar la bici. La lluvia ha arreciado y me encuentro todo el material mojado. Me pongo los calcetines y los zapatos, el casco, las gafas y salgo con la bici en la mano. Los jueces me indican cuándo puedo montar. Y empiezo a pedalear a buen ritmo. No para de llover y el asfalto está muy mojado. Son dos vueltas a un circuito de 10 kilómetros, con cuatro giros cerrados de 180 grados. Llego al primer giro, resbalo y me caigo al suelo. Golpe y rascaduras en la pierna izquierda, pero me levanto rápidamente y vuelvo a subir. Ahora voy con mucho más cuidado. Mi primer triatlón y en esas condiciones… Después me entero de que han anulado el tramo de bici del triatlón olímpico que salía después de nosotros y lo han convertido en aquatlón. Una pena para los participantes, pero no me extraña, entre la lluvia y el viento es muy peligroso. Voy más lenta que en mis entrenamientos, pero no me atrevo a correr más, sobre todo después de haberme caído. A pesar de todo, adelanto a tres chicas y alcanzo a una cuarta al llegar a boxes. Un tiempo bastante malo de 47 minutos para los 20 km, pero estoy contenta ¡lo voy a conseguir!

Tramo de carrera a pie

Llegada a meta
Dejo la bici y el casco, me quito las zapatillas de la bici y me pongo las de correr. Y me lanzo a por mis últimos 5 kilómetros de carrera. Ahora estoy en mi elemento. No llevo reloj, pero estoy corriendo a ritmo y adelantando posiciones, hasta 8. Lástima que no sea más largo, ya que 5 kilómetros son muy pocos para poder recuperar todo el tiempo que perdí sobre todo en el tramo de natación. Acabo en 21 minutos, a una media de 4:20 min/km, muy bien para hacerlo después de las otras dos pruebas. Así, de menos a más, la emoción ha ido en aumento, y entro a meta muy feliz. Allí están para recibirme mis apoyos incondicionales que me han hecho un reportaje gráfico de campeonato. El tiempo final: 1 h 39 minutos. Mal, pero ya habrá otras oportunidades de mejorar, ya que esta vez el objetivo era otro: afrontar mis miedos y demostrarme a mí misma que puedo conseguir lo que me proponga, sin más misterio que poniendo de mi parte la voluntad, el esfuerzo y la constancia necesarios para ello. Ahora es tiempo de reflexión…

¡Hasta pronto!

sábado, 20 de junio de 2015

Pasta gansa

Hoy la idea no es hablaros de comida, pues la pasta a la que me refiero es esta...

Imagen: http://www.fotolog.com/machuka_kun/48763972/
He leído en muchos sitios que correr es barato, y quizá sí lo sea en un principio. Sin embargo, cuando el correr se convierte en algo más que quemar calorías, la cosa se complica. Ya no te sirve cualquier zapatilla: tienes el modelo para entrenar, el de las competiciones de asfalto y las de montaña que, además, debes cambiar cada 6 meses;  te compras un cronómetro con GPS para medir tus progresos, con una vida útil de la batería de unos dos años; y dónde mejor que medirte que pagando para participar en una carrera. Luego te dicen que rendirás más tomando suplementos deportivos; de repente te surge un dolor de rodilla que te hace ir al podólogo para que te haga unas plantillas; sin olvidar las visitas al fisioterapeuta cada vez que tienes la mala suerte de caer en una lesión. Según mi experiencia personal, estos mis gastos básicos, sin caer en los lujos de comprarme "trapitos" monísimos que diseñan las marcas deportivas y que sin lugar a dudas haría si me sobrara la "pasta", je, je,...

Un buen día decido que quiero darle una vuelta de rosca a mi entrenamiento y me apunto a un gimnasio con piscina. Y, en un momento de enajenación mental, me da el arrebato de apuntarme a un triatlón. Por suerte, tengo la sensatez de inscribirme en la distancia sprint que son 750 metros de natación en el mar, 20 km de bicicleta de carretera y 5 km corriendo.

Segmento natación 2014. http://www.skodatriathlonseries.org/tarragona/
No sé nadar, pero empiezo a entrenar por mi cuenta 5 días por semana. Busco mucha información y miro vídeos de técnica de nado que después aplico en mis sesiones de entrenamiento. Pronto veo que soy capaz de nadar esa distancia sin problema y ya no me preocupa si simplemente saldré viva de allí sino en qué posición saldré del agua. Y veo sin sombra de duda que seré no ya la última, sino que probablemente ya habrá acabado todo el sector de bici cuando logre salir del agua. Así que decido tomar un entrenador personal de natación. La inversión es grande, pero el beneficio inmediato. En sólo dos días, ya soy consciente de los errores técnicos que debo mejorar y tengo un buen repertorio de ejercicios de técnica para realizar los días que entreno por mi cuenta. Faltan 8 semanas para el día "T", y ahora mismo soy bastante optimista.

Segmento bicicleta 2014. http://www.skodatriathlonseries.org/tarragona/
Tenía en un segundo orden de cosas a la bicicleta. Hace muchos años que voy en bici de montaña y pensé que ya llegaría la hora de preocuparse de eso. Creí que una posibilidad era cambiarle las cubiertas a la MTB, e incluso consideré alquilar una bicicleta de carretera para la ocasión. Sin embargo, a medida que se ha ido acercando la fecha de la competición, he ido siendo más consciente de que ninguna de esas era una buena opción. Así que tomé la decisión de comprarme una bici de carretera. Casi me da algo cuando ví los precios de esas máquinas. Decido ir a una tienda local para que me asesoren, pues no tengo idea de cuál es la marca y la configuración media que me puede ir bien para mi nivel y mis objetivos. Y la compro. La he estrenado hoy, no sabéis qué bonita me parece y la emoción que he tenido entrenando con ella. Parece que vuele, en comparación con mis salidas con la MTB.

Día de estreno de mi Specialized. Los reflectores van de serie, ya los quitaré...

Como nunca he ido en ese tipo de bici, de momento me han puesto unos pedales normales. Dentro de dos semanas ya tendré las zapatillas, que las hacen a medida, y los pedales automáticos. En el precio viene incluído el estudio biomecánico. Esto me parece muy importante, ya que durante mis entrenamientos en bicicleta ya he empezado a tener molestias en la fascia lata.


Segmento carrera a pie 2014. http://www.skodatriathlonseries.org/tarragona/

Y de correr qué os voy a decir. Que en los 5 km del triatlón no voy a tener tiempo ni de calentar ya que normalmente me empiezo a encontrar a gusto a partir del km 8 más o menos. Ahora mismo estoy yendo a correr 3 días por semana, con una salida larga (de más de 20 km) los domingos. Con todo, estoy entrenando unas dos horas diarias, incluyendo las 5 sesiones de natación, 3 de bicicleta, 3 de correr y 2 de pesas. Pero no hay que asustarse, ya que parece mucho volumen, pero lo hago a mi ritmo, con tranquilidad.

Creo que sólo me falta una inversión más: el mono de triatlón. El trapito vale más que unas zapatillas de correr. Y eso porque en agosto me puedo ahorrar el neopreno, ja, ja,...
Mi amiga virtual Tania me ha estado dando un montón de consejos. Espero que al menos la experiencia y la inversión valgan la pena.

Tengo en mente participar en una competición previa al triatlón del 8 de agosto. Se trata del medio maratón de la "Cursa del Llop - Pujada a Caro", un kilómetro vertical en 21,1 km de asfalto el día 19 de julio a las 10 de la mañana. Para morirse. Pero es la oportunidad de enfrentarme a mis demonios (las cuestas). No me he inscrito aún, así que ya os contaré.

¡Hasta pronto!

domingo, 19 de abril de 2015

Zzzzzzzzzzzzzzzzz....

http://imghumour.com/categories/comic-strips/view/sleep-download
Desde hace poco más de un mes le he dado una vuelta de rosca más a mi ritmo de entrenamiento. Ahora, aparte de correr, voy al gimnasio y a la piscina. La idea era mejorar los resultados de las carreras, pero con lo que no contaba era con los efectos secundarios de la nueva rutina...

La cosa es que para poder hacerlo todo me levanto a las 5 de la mañana. A esas horas hay poco tráfico, así que me lleva una hora aproximadamente en coche llegar a Barcelona a trabajar y de esta manera a las 4 de la tarde ya puedo estar de vuelta en Tàrrega.

Sin pasar por casa, me voy directa al gimnasio, donde me paso un par de horas, y hacia las 18:30 llego a casa. Entonces me toca atender a mis hijos, preguntarles cómo les ha ido el día, ver si tienen alguna consulta de los deberes, hacer la comida del día siguiente, poner la lavadora, preparar la cena y la ropa que llevarán al día siguiente... en fin, nada que no sepáis. Intento irme a dormir entre las 21:30 y las 22 h y normalmente lo suelo conseguir. Pero yo soy una persona que duermo mucho así que, a pesar de toda la planificación, ando muerta de sueño.

No sé si todo este sacrificio está teniendo algún resultado. En lo que respecta a nadar, la verdad es que he notado una mejoría muy grande en estas semanas, y ya suelo hacer unas 40 o 50 piscinas, aunque mi objetivo (no sé si lo conseguiré) es nadar mucho más rápido, pues ahora parezco el tiburón de Groenlandia. También he añadido a mis rutinas algunos minutos de elíptica y bicicleta, además de las pesas. Incluso me he apuntado a una clase dirigida de X-Biking (el primer día casi me muero...). Y hoy he hecho la tradicional salida larga del domingo, con los 30 km que marcaba el plan. Los he hecho en 2 h 40 min, más o menos como siempre. Quizá lo que he notado es que me iba sintiendo mejor a medida que pasaban los kilómetros.

Como soy de la opinión de que todo esfuerzo debe tener un objetivo, yo ya he encontrado el mío y me he inscrito al Triatlón de Tarragona del próximo 8 de agosto, modalidad Sprint (750 m nadando, 20 km en bici y 5 km de carrera a pie). Abrieron inscripciones con 48 h de precio reducido, y no me pude resistir a las rebajas. La verdad es que, pensándolo bien, estoy un poco loca. No sé nadar, no tengo bici de carretera, lo único que sé es correr... ¿a dónde vas alma bendita? En fin, la cosa es que en el formulario de inscripción te preguntaban por tu tiempo probable. Y ¿qué pongo si no tengo ni idea? Y decidí poner 2 horas: 30 minutos para nadar, 1 hora para la bici y 30 minutos más para la carrera a pie. Viendo las clasificaciones del año pasado, con ese tiempo llego la última seguro, ja, ja,... pero mi objetivo es simplemente acabar. Además, tengo 4 meses por delante para seguir entrenando.

Aunque todo este "ruido" no me ha apartado de mis objetivos finales de la temporada. Uno es acabar la Half Marathon Series con el medio maratón de L'Ametlla dentro de 2 semanas. Y el último es el maratón de las Vías Verdes "Val de Zafán", el 17 de mayo. A ver si llego sana y salva, ja, ja, ja,....

¡Ya os contaré!