De camino a mi segundo maratón

Mercado de pintura ante la Torre de Cambrils (Agosto, 2011)

La primera semana de Agosto, justo después de la Cursa de l'Espluga, comencé el plan de entrenamiento para el maratón de la Costa Daurada. Aprovechando las vacaciones familiares en Cambrils, he estado entrenando en el mismo circuito donde se celebrará el maratón el próximo mes de Noviembre.

A diferencia de la primera vez que hice un maratón, en la que todo eran incógnitas, ahora ya tengo una referencia del tipo de entrenamiento que debo hacer y del ritmo de carrera a seguir. También continúo fiel a la idea de proponerme tres objetivos de tiempo. En este sentido, tomando como referencia las sensaciones y la marca que logré en el maratón de Empúries (3 h 43 m), he decidido rebajar en cinco minutos mis planes A, B y C del primer maratón y situarlos en 3 h 35 m (plan A), 3 h 45 m (plan B) y 3 h 55 m (plan C). Así, si durante la carrera veo que el plan A hace aguas, lejos de desmoralizarme tomaré como referencia el plan B. Esta estrategia psicológica la leí en internet hace unos meses y me pareció interesante, por lo que la adopté enseguida.

El plan de entrenamiento que estoy siguiendo esta vez lo he tomado prestado de los propuestos para el maratón de Valencia. Concretamente, estoy siguiendo el plan de 3 h 30 m en cuanto al volumen de kilómetros semanales, repartidos en cinco días de entrenamiento y dos de descanso, durante 15 semanas. Sin embargo, estoy entrenando a ritmos algo superiores a los que propone el plan. No hay que olvidar que para lograr mi objetivo debo mantener un ritmo medio de 5 min/km durante todo el maratón y por tanto todas las salidas largas las hago a ese ritmo, a objeto de memorizarlo bien. Las series las hago a 4:30 min/km, también ligeramente más rápidas que la velocidad que propone el plan. La razón de esta variación es que dos buenos corredores del club (Jordi y el "presi") son de la opinión que para correr rápido hay que entrenar rápido, por lo que he pensado que tendría difícil correr a 5 min/km una distancia tan larga si entreno a 5:30 min/km como propone inicialmente el plan de entrenamiento original. Ya veremos si esta estrategia da algún resultado.

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Ha sido un mes de Agosto intenso, levantándome a las 6:45 de la mañana para ir a entrenar antes de que apretara el calor. Aún así, siempre volvía a casa sudando a mares. He leído hace poco un artículo en el que se comenta que entrenar con calor disminuye el rendimiento y aumenta las pulsaciones. Pero en el verano de estas tierras no queda más remedio que hacerlo así. A pesar del bochorno, entrenar en Cambrils es fácil y agradable. Desde el puerto, se puede seguir el paseo marítimo que conecta esta población con Salou, o bien en dirección contraria hacia Montroig, hasta el final del carril bici. La primera opción permite recorrer unos 15 km si llegamos hasta la "vela" de Salou y volvemos. En el segundo caso, se pueden recorrer casi 11 km. Una vuelta completa está alrededor de los 26 km. Todo el recorrido es plano, sin interrupciones, sobre asfalto o cemento y junto al mar. La belleza del recorrido ha hecho que abandone temporalmente mi afición a correr con música, para así poder disfrutar del sonido de las olas rompiendo contra la playa y de las gaviotas. Soledad, sin embargo, hay poca, ya que que la cantidad de gente corriendo, andando o en bicicleta que te encuentras normalmente en este camino, por muy temprano que sea, es impresionante.

Seguramente todos los que alguna vez han corrido un maratón os dirán que lo peor de esta experiencia no es la carrera en sí sino la dureza de los meses previos de entrenamiento. Y os puedo asegurar que es cierto, pues hay que tener mucha constancia y espíritu de sacrificio para no saltarse ninguna sesión durante las largas semanas que preceden al maratón, tanto si hace sol como si llueve, si hace frío o calor, si es temprano o de noche, e independientemente de las ganas que tengas de salir a correr, que cada vez son menos a medida que corren las semanas y la carga de kilómetros aumenta. Y aunque la emoción indescriptible que sentí al acabar mi primer maratón es posible que no la vuelva a experimentar nunca, sólo pensar en conseguir este gran reto me proporciona la fuerza  mental necesaria para continuar avanzando. Hasta que llegue el 13 de Noviembre (¡Cómo! ¿Más treces?).

Jordi, Arantza, Ainhoa y Aleix