Esta semana ya he vuelto al trabajo y, con él, a la rutina de entrenamientos. He abandonado por tanto esos circuitos llanísimos junto al mar y he vuelto a esas subidas y bajadas, sin grandes desniveles, típicos de la zona donde vivo. También he cambiado el horario de entrenamiento y ahora corro por la tarde.
Os enseño una foto de un rincón de uno de los circuitos que tengo al lado de casa. ¿Veis el paisaje, con Tàrrega al fondo? Aunque supongo que tampoco os pasarà desapercibido ese mojón, que no tiene nada de pequeño...
Y esta cosa informe, hinchada, contusa y magullada es el estado de mi rodilla izquierda (de nuevo la "buena") después de caerme otra vez.
Por suerte el daño sólo es exterior, y puedo correr con bastante normalidad. Claro que a este paso, a la próxima me voy directa al hospital. Por eso estos últimos días he introducido tramos de escaleras en mis entrenamientos para mejorar la técnica de carrera, si es eso lo que me falla últimamente.
Hoy he hecho mi primera salida larga desde que me recuperé de la lesión, y he corrido 21 km. Las sensaciones han sido buenas, y la impresión al acabar ha sido que hubiera podido correr más kilómetros tranquilamente, como debe ser. Y la prueba de fuego, la rodilla derecha (la de la lesión) no la he notado en ningún momento. De la otra no hace falta ni hablar...
Y por fin tengo ya mi primer objetivo a la vista. Porque ganas de entrenar tengo muchas, pero de competir pocas, así que, para quitarme ese apalancamiento, me he inscrito en una carrera de 10 km el 7 de septiembre en Cervera, a pocos kilómetros de Tàrrega. Como la suelo hacer todos los años, el resultado también me orientará sobre mi estado de forma después de tantas calamidades.
¡Ya os contaré!
Hola,
ResponderEliminarNo he podido evitar sentirme identificada con tu "mala racha de caídas".
Yo también me he ido al suelo dos veces ¡en el mismo mes! sin haberme caído nunca antes.
En mi caso no se si tendrá que ver que ahora uso plantillas y noto las zapatillas más pesadas por lo que levanto menos los pies... aunque lo cierto es que las llevo usando ya cuatro meses.
Probaré a subir escaleras cuando me recupere de la última.
Un beso.
¡No me digas! Espero que sólo sean casualidades. Creo que las escaleras nos van a ir genial. ¡Un abrazo!
EliminarRecuerdo la temporada pasada que me caí dos veces, parecía que había olvidado correr!! tranquila que esas marcas de guerra se borran pero no se olvidan :-)
ResponderEliminarAhora toca buscar buenos ritmos para atacar los 10k! A por ello!
bss
Tania
Bueno, ya estoy animada viendo que no soy la única, je, je,... Quiero atacar la marca de los 10 k hacia la primavera, a ver si hay suerte. ¡Un abrazo!
EliminarÁnimo!! Que una mala racha no te quite las ganas de seguir corriendo. Eso nos puede pasar a todos. Ya sabes el que anda o corre en este caso, tropieza. Un saludo.
ResponderEliminarYo sólo me he caído, en mi época runner un par de veces. Y te puedo asegurar que te haces mucho, mucho daño. Yo que de crío estaba todo el día por el suelo... y así tengo las rodillas...
ResponderEliminarPardiez qué viejo me he hecho jajajaj
Mucho ánimo con esta nueva temporada,, ¿un 10km? apuestas fuerte...
Pues no me acordaba de que dolía tanto cuando me caía de pequeña, je, je... Sí, hace un año que no hago una carrera de 10 km, casi me resulta más fácil hacer un maratón, jua, jua...
EliminarEstupendo que estés ya entrenando bien, y ten cuidado, si te tragaste ese mojón lo mismo tienes que vigilar también la vista, jeje. Un abrazo.
ResponderEliminarPus no es ninguna broma, es posible que sea que no veo bien, pues cada vez veo peor, je, je,... Un abrazo
EliminarVaya Sr. ostión llevas . Suerte en Cervera , ya contarás .
ResponderEliminarUn saludo
Gracias, Javi, estoy más nerviosa que en mi primera carrera, qué cosas...
Eliminar.Madre mía chica ten cuidado menudo golpazo tuviste que dar, me gusta eso de apuntarse a una carrera para quitarse la pereza a competir.
ResponderEliminarMucha fuerza, cuidadin y un abrazo
Son rachas, a mi de vez en cuando me pasa lo mismo, lo importante es recuperarse bien, y que solo sean contusiones. El dorsal nos libera de la pereza, es un hecho comprobado.
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