Cursa de Cervera (8 de septiembre de 2013)

Ayer se disputó la 13ª edición de la Cursa de Cervera, una carrera de 10 km que, por diferentes motivos, no me podía perder. En primer lugar, y el más importante, porque se organiza en nuestra ciudad vecina y, en mi opinión, es de ley apoyar a nuestros amigos en la organización de un evento atlético importante para su ciudad. Además, el circuito es entretenido y el ambiente muy agradable. Finalmente, se trataría de un buen test para comprobar los posibles estragos del verano sobre mi nivel de forma al inicio de la temporada.

Salida de la 13a Cursa Ciutat de Cervera. Foto: David Vendrell.

Así que tocaba de nuevo madrugar una mañana de domingo para desayunar dos horas antes del inicio de la carrera, que sería a las 9:30 h. Como siempre, sin hacer ningún experimento, me tomo dos vasos de agua, una barrita Isostar Energy Pulse y un té verde con menta. Y, tras la llegada del abuelo a casa, que nos hará de canguro, salimos Jordi y yo hacia Cervera en un trayecto por autovía que no nos llevará más de 10 minutos. Allí ya está todo preparado, seguro que han madrugado mucho más que nosotros. Nos dirigimos al pabellón polideportivo donde recogemos los dorsales y la bolsa del corredor.  Empezamos a encontrarnos con muchos corredores conocidos. Este año, a diferencia de otras ediciones, no somos muchos Fondistas de Tàrrega en esta carrera. La razón es que la han retrasado una semana (la pasada edición fue el 2 de septiembre), coincidiendo así con la celebración de FiraTàrrega, la Feria de Teatro de Tàrrega, un escaparate de las artes escénicas a nivel internacional que inunda la ciudad de Tàrrega de artistas convencionales y transgresores y que reúne miles de visitantes cada año. Toda la ciudad es una fiesta y difícilmente se puede hacer una carrera en condiciones un domingo por la mañana si el sábado has trasnochado. En mi caso, lo de trasnochar por razones festivas se acabó allá por el año 2000, cuando nació mi primer hijo, así que no tengo excusa.

A punto de adelantar a Montse en el km 9. Foto: David Vendrell.

Hace bueno. Durante la noche ha caído una tormenta de impresión, pero las calles están ya secas y la temperatura ronda los 18ºC a las 9:30 de la mañana. El cielo está bastante cubierto y no hace viento. A la hora fijada, un trabucazo da inicio a la carrera. La gente sale bastante rápido, aunque el primer kilómetro es en subida. En esta carrera siempre suele haber atletas de alto nivel, tanto a nivel masculino como femenino, y este año no es la excepción. Además, cuenta también en esta edición con la participación de Arcadi Alibés y Xavier Bonastre, dos conocidos periodistas deportivos de la Televisión de Catalunya. Después del primer kilómetro en subida, tres kilómetros de ligera bajada nos dan un respiro por el polígono industrial de Cervera. Hasta aquí estoy en un grupo bastante numeroso donde veo bastantes mujeres. Pero pronto el perfil se invierte, y la subida alternada con algunos falsos llanos se alarga hasta el kilómetro 9. El circuito discurre entonces por las calles más emblemáticas del centro histórico de Cervera. Algunos tramos se corren por adoquines, pero yo intento pisar por las zonas donde las baldosas son lisas. Ahora corro ya bastante sola. Me encuentro bien. Intento correr rápido pero sin ahogarme. Sé que en las bajadas y los tramos llanos hago tiempos por debajo de 4:30 min/km, pero las subidas, por ligeras que sean, me enlentecen hasta 4:50 min/km. Conozco el circuito, así que sé que el último kilómetro en bajada es una oportunidad para relajarse e intentar rebajar segundos a la marca final. Atravesamos un puente en un último esfuerzo y, entonces, a correr al máximo con las reservas de fuerza que me queden. A falta de 500 metros ya veo la meta y acelero. Veo a Jordi, que ha acabado en 38 minutos. Me grita y me dice que esprinte, que me vacíe. Al oirle me imagino que tengo una mujer pegada a mi espalda. "Pero si ya estoy esprintando", pienso, "no puedo correr más". Pero lo hago, a tope, pensando en que hoy hubiera sido una buena oportunidad para correr con pulsómetro, para ver hasta dónde se han disparado las pulsaciones. Entro en meta sola, no tengo ninguna mujer detrás.

Sandra, Arantza y Montse. Categoría F>35. Foto: Jordi Seguí.

Han sido 46 min y 43 s, casi 30 segundos menos que el año pasado en la misma carrera. Estoy muy contenta, si todo sigue así conseguiré rebajar mis marcas en primavera, ése es el objetivo. El ganador ha sido Sergi Rodríguez Batista, en 31:18, él fue también el ganador del medio maratón de Tàrrega que organizamos el pasado mes de mayo. En mujeres, una increíble Anna Riera ha hecho una marca de 40:32. En lo que a mí respecta, he sido la séptima mujer y la segunda de mi categoría, así que de nuevo me llevo un bonito trofeo a casa.

A la llegada, tenemos un avituallamiento estupendo con coca, chocolate, yogurt artesano y fruta. Le cedo mi parte a Jordi, yo sólo bebo isotónico y agua. La razón es que hoy voy a volver a Tàrrega corriendo. Serán unos 15 kilómetros por caminos. Estoy finalizando la semana 6 de mi plan de entrenamiento para maratón y no puedo dejar de cumplir con la tirada larga programada para el domingo. No estoy cansada y aún noto la euforia de la carrera, así que la vuelta a casa se me hace muy corta. Ahora, a seguir con el plan de entrenamiento. Mi próxima cita será el medio maratón del Vendrell del 6 de octubre.

¡Ya os contaré!