sábado, 16 de agosto de 2014

De plan sin plan

Aunque aún estamos a mediados de agosto, parece que el tiempo se ha estropeado un poco y, hoy, con el cielo tapado y viento de fuerza 4, he decidido cambiar la rutina veraniega, coger el ordenador y actualizar mi blog aprovechando la conexión wifi gratuita de la Biblioteca de Cambrils. ¡Qué ambiente más tranquilo se respira aquí! Mi hija está leyendo a mi lado uno de esos libros de misterio para niños que le encantan y ahora mismo esto se parece al paraíso.

Los días de verano van pasando con tranquilidad. En cuanto empieza a hacer buen tiempo, los fines de semana los solemos pasar en la costa. Como viene siendo habitual desde hace unos años, a las actividades del día a día hay que sumarles el espacio que dedico a correr. Y es que desde que me recuperé de la lesión de rodilla hace unas pocas semanas, no he parado de entrenar. Correr en Cambrils es bastante diferente a hacerlo en el entorno al que estoy acostumbrada. Por una parte, la altimetría es más benigna, pues suelo entrenar por un circuito prácticamente llano junto al mar. Pero por otra, en lo que respecta al clima, este también cambia radicalmente, y la alta humedad combinada con las temperaturas veraniegas hacen estragos en los ritmos de entrenamiento. Para no sufrir demasiado se hace necesario madrugar, por lo que suelo levantarme a las 7 de la mañana a correr. No soy la única que tengo la misma idea, así que el paseo marítimo está a rebosar de corredores y también de grupos de personas caminando a buen ritmo o en bicicleta. A veces suelo correr por el carril bici, siempre atenta a los ciclistas para apartarme rápidamente a la orilla a su paso. No estaba segura de si está permitido usar este carril para correr, así que decidimos preguntarlo a la Policía Local de Cambrils y, más tarde, a un amigo de los Mossos d'Esquadra. La respuesta fue la misma: el carril bici es sólo para bicicletas y vehículos con ruedas no motorizados (como por ejemplo patines). Así que si los ciclistas nos increpan, los corredores debemos apartarnos.

Estado del Garmin después de la avería
Hace unas semanas, para esquivar los atascos humanos del paseo marítimo y evitar correr por el carril bici, circulaba a una cierta velocidad por una acera muy estrecha llena de árboles a los que había que ir sorteando. Con tanta mala suerte que en una de estas no ví que las raíces de uno de esos árboles habían levantado considerablemente el suelo de adoquines y, sin más, me fuí al suelo. La caída fue estrepitosa y rápidamente se acercó a recogerme, con cara de espanto, un corredor que venía en sentido contrario. Caí de lado, y me hice unos buenos rasguños en la mano y el brazo, además de un golpe considerable en el hombro y en la rodilla izquierda (justamente la buena). Pero aún no había visto lo peor: había roto la pantalla del GPS. Este reloj tenía poco más de seis meses de vida, pues me lo reemplazó la casa Garmin cuando el anterior murió por agotamiento de su batería. Aunque con pocas esperanzas, volví a escribir a la casa explicando lo sucedido. Sin embargo, la respuesta fue rápida y muy conveniente: tendría mi reloj arreglado por unos 73 euros, muy lejos de lo que me hubiera costado un reloj nuevo.


Aleix y Ainhoa. Reserva de la Biosfera de Urdaibai.

Parte de las vacaciones las solemos pasar en mi tierra, Euskadi. Este año hemos combinado las tertulias familiares con algunas actividades deportivas, gracias a mi hermana que nos llenó la agenda al completo. Entre otras cosas, hemos ido en canoa por la Reserva de la Biosfera de Urdaibai, también montamos a caballo e incluso tomamos clases de surf. En lo que respecta a este último deporte, mientras que mi hijo, a los diez minutos de su iniciación en el surf, ya cabalgaba las olas e incluso hacía giros en la tabla, a mí me quedó claro que no es algo que vaya a repetir. Durante las dos horas que pasamos en el agua, en la agreste playa de Laga, con grandes olas, conseguí mantenerme de pie sólo dos veces, y acabé totalmente extenuada.

Correr por allí es también un gran cambio en lo que respecta a los circuitos, llenos de desniveles. Y también hace falta aclimatarse, sobre todo a unas temperaturas más bajas y a muchos días lluviosos. Cómo, si no, sería todo tan verde...

Circuito de 14 km. San Isidro hacia Bizkargi (fotoszornotza.blogspot.com).
Circuito de 10 km. San Miguel (fotoszornotza.blogspot.com).
Y ya de vuelta en Cambrils, para acabar las vacaciones, estoy cumpliendo mis entrenamientos con un límite inferior de 4 días y 12 km mínimos por salida. Y es que no tengo ahora mismo ningún objetivo serio de competición a la vista, más que quizá una carrera de 10 km a primeros de septiembre, así que yo misma me estoy montando mi plan de entrenamiento, o más bien de mantenimiento, veraniego.

Os quiero explicar una anécdota muy curiosa que he vivido mientras corría por el paseo marítimo de Cambrils. Llevaba unos 5 km recorridos cuando me fijo en un corredor de edad mediana que seguía un ritmo parecido al mío unos 20 metros por delante. Veo que levanta la mano y saluda a un corredor. Al cabo de nada, levanta otra vez la mano y saluda a otro. Y así durante un rato. Ya os he comentado que el paseo marítimo está a rebosar de corredores, así que este corredor levantaba la mano contínuamente. Yo le observaba intrigada, pensando en que quizá se trataba de un experimento sociológico, ya que, en el tiempo que estuve detrás suyo, nadie le respondió al saludo. Algún corredor se giraba, intentando quizá confirmar si es que se conocían de algo. Alguna chica ni siquiera levantaba la cabeza. Entonces, veo acercarse a cierta distancia a un señor bastante mayor, corriendo a su ritmo, y se me ocurre que es muy probable que este corredor sí responda al saludo. Y así es: los dos se saludan al cruzarse. Entonces, de forma inconsciente, cambio mi "careto" de correr por una sonrisa de oreja a oreja, que provoca que, unos desconocidos que venían caminando me dijeran : "¡Adiós!".

¡Hasta pronto!





6 comentarios:

  1. Que vacaciones mas variadas!
    Esto de entrenar sin ningun objetivo es mejor porque se hace siguiendo lo que el cuerpo necessita y no segun lo que se quiere para llegar a una meta.

    Lo de saludar al personal cuando corre yo lo hacia al principio con la mano o la cabeza pero como nadie respondia dejé de hacerlo. Supongo que le pasa a todo el mundo y se pierde la costumbre.

    Espero que estes recuperada del pequeño susto y suerte que te pueden arreglar el garmin. Yo tengo suerte que entre cunit y calafell el paseo es muy amplio y se puede esquivar a la gente. Entrenar en verano en el lugar de vacaciones suele ser complicado por la gente, el calor. O sea que tiene mucho merito.

    Saludos y un abrazo!

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    1. Hola, Anna, en invierno tiene que ser genial correr por esos paseos marítimos, pero desafortunadamente la mayoría sólo los disfrutamos en verano. A ver si me llega el Garmin, de momento me he acostumbrado a salir sin él y la verdad es que es una gozada... ¡Un abrazo!

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  2. Qué buenas vacaciones Arantxa!! los peques deben pasarlo bomba!!! y vosotros también!! :-)
    Lo del saludo "runner" da para un culebrón :-) si me saludan siempre devuelvo el saludo! pero cuando corro por sitios que hay muchos corredores (como el parque El Retiro), no saludo, nadie saluda, somos demasiados, pero si voy por sitios con menos corredores tipo Casa de Campo, siempre saludo.
    Lo de la caída, menos mal que fueron rasguños y el Garmin tiene arreglo! :-)
    Debe ser extraño estar en agosto con tanto frio no?
    A seguir disfrutando de las vacaciones.
    bss
    Tania

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    1. Gracias, Tania, ya leí que habías estado disfrutando de tu tierra, espero que tú también acabes de pasar un buen verano. Besos.

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  3. me ha gustado tu post :) unas fotos preciosas,
    Saudos
    cris

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  4. ¡Gracias, Cris! Ya he visto que tienes un blog muy chulo, ya lo he añadido a mi lista de lectura de blogger. ¡Hasta pronto!

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