sábado, 31 de agosto de 2013

Los últimos coletazos del verano

En Tàrrega, el clima se caracteriza por contrastes y amplitudes térmicas importantes, con escasas lluvias a lo largo del año. Los inviernos son muy fríos y los veranos áridos y calurosos. Aquí, el verano está dando ya sus últimos coletazos y estos meses antes de la llegada del frío riguroso son ideales para salir a entrenar.

Esta quinta semana de entrenamiento para el Bilbao Night Marathon ha coincidido con mi incorporación al trabajo después de un mes de vacaciones. El cambio de la rutina ha sido importante y, sobre todo, he notado muchísimo la sustitución de los entrenamientos matinales de las 7 por salidas al atardecer. He leído aquí que existe mayor predisposición psicológica a entrenar por las mañanas y, en mi caso, no hay duda de que es así. Sin embargo, los días aún son largos, aunque vamos perdiendo un par de minutos cada día y, dentro de pocas semanas, tocará entrenar ya de noche.

En el plan de entrenamiento de cuatro días por semana que estoy siguiendo, la mitad corresponde a trabajo de calidad. Esta semana han tocado 15 x 400 m (rec. 1 min) y 4 x 2000 m (rec. 3 min). Hacer series cuesta mucho, sobre todo cuando no tienes una pista de atletismo ni un circuito plano de asfalto cerca de casa. Yo las hago en un parque con caminos de tierra, aunque los tiempos verdaderamente no pueden ser los mismos que corriendo sobre un terreno más duro. Hoy leía aquí unas reflexiones sobre la respuesta a la pregunta "¿Cuánto deseas ser un mejor corredor?". Y está claro que, para cumplir los objetivos que nos fijamos, debemos estar dispuestos a esforzarnos.

En las salidas largas, una vez tienes el fondo adquirido, el esfuerzo es más psicológico que físico. No cuesta mucho físicamente correr a ritmo tranquilo/medio durante 2 horas o 2:30 horas, lo que cuesta más es controlar la mente, ser paciente y que la salida no se haga más larga de lo que es en realidad. De hecho, tenemos una gran cantidad de cosas en qué pensar: cómo nos sentimos, simular la futura carrera, imaginar las partes duras y las partes fáciles, notar nuestra respiración, y también evadirnos y pensar en otras cuestiones de nuestra vida para así olvidarnos de la fatiga. 
Excursión en bicicleta por el Canal d'Urgell.

Esta semana he salido también un día en bicicleta. Aprovechando que la niña ya es más mayor (tiene 9 años), hemos organizado los cuatro una excursión de 20 km por el Canal d'Urgell. Este canal es una gran infraestructura hidráulica de 144 km de longitud que en 1862 empezó a transportar agua para el riego a diferentes comarcas de Lleida después muchos proyectos y años de lucha (los primeros proyectos datan de la época musulmana). Visto desde las perspectiva de nuestra época, no se llega a captar el enorme esfuerzo que hubo que invertir en la construcción de una obra de ese calibre, que involucró a miles de personas, a fuerza de brazos, ayudados por animales de carga y carros para el transporte de material. Para la construcción del túnel que atraviesa la Sierra de Montclar, bajo la que transcurre el canal durante 5 km, se trasladaron presos de diversos lugares de España, que redimirían la condena mediante el trabajo. He leído al respecto que "los presos estaban custodiados, tenían buen trato y estaban legalmente remunerados y su contribución a la construcción del canal fue inestimable". Pero también he encontrado una referencia a un diario escrito por uno de los presos en los que explicaba:
Excursión en bicicleta por el Canal d'Urgell.

"Me despierto. El cuerpo me duele y el espíritu también. Los piojos se me están comiendo. Es verano y por todo techo tenemos las estrellas del cielo. Sí, duermo en un enorme corral junto con 900 presos. Yo soy uno de ellos. Los motivos que me trajeron aquí hace tiempo que se perdieron entre brumas del pasado. Hace tres años que trabajo, forzado, dentro de las entrañas del más terrible monstruo, el túnel de Montclar. Para mí no existe pasado, presente, ni futuro, sólo este maldito túnel. Luchamos contra el polvo que provocan las explosiones que abren el paso a través de las rocas, que nos ahoga, contra látigos, golpes, gritos de nuestros cabos y, sobre todo, a cada paso que avanzamos, luchamos contra nuestro miedo."

Excursión en bicicleta por el Canal d'Urgell.
Es agradable circular por los márgenes del canal en bicicleta. Yo lo he hecho también alguna vez corriendo. Las huellas de su pasado ya hace años que se perdieron entre brumas.

3 comentarios:

  1. Soy de las que me he acostumbrado a entrenar por la mañana, nadar o correr, me encanta! en la tarde ya me cuesta más.
    Así es, para cumplir los objetivos que nos fijamos, debemos estar dispuestos a esforzarnos, no hay magia, es así.
    144kms de canal, vaya! ese fragmento del preso es estremecedor! :-S
    A seguir sumando kms para Bilbao! y que la vuelta a la rutina laboral sea leve :-)
    bss
    Tania

    ResponderEliminar
  2. Prometo hacer una entrada en mi blog única y exclusivamente sobre los pensamientos que se cuelan en mi cabeza mientras estoy entrenando.
    Pd: cuando has puesto que en pocas semanas estaremos entrenando de noche me ha dado el bajón

    ResponderEliminar
  3. Hola, Arantza....!! Se acabaron las vacaciones..!! pero veo que tienes en mente el Bilbao Night Marathon.... Y estás en lo cierto los bioritmos están mas activos por la maña.na.. Pero a veces no podemos elegir... Saludos..!!

    ResponderEliminar