Medio maratón de Tàrrega (prueba superada)

El domingo día 6 de Mayo se celebró el "Quart i Mitja Marató Ciutat de Tàrrega", el evento que organiza nuestro club 100 x 100 Fondistes Tàrrega desde hace ya 12 años. Tanto a nivel de participación (con más de 1000 inscritos) como a nivel organizativo, se han batido todos los récords y creo que será difícil igualar en futuras ediciones lo que hemos vivido este año.

100 x 100 Fondistes en la línea de salida (foto de Mònica Campillo)

Durante unas semanas dudé si apuntarme a los 10,5 km o al medio maratón, pero cuando ví que evolucionaba bien en la recuperación de la lesión, decidí correr los 21,1 km. La propia carrera sería la prueba de fuego, ya que había ido aumentando el kilometraje poco a poco pero la máxima distancia que había corrido en 10 semanas había sido de 18 km.


Perfil del medio maratón de Tàrrega

Así que, con los nervios a flor de piel nos situamos tras el arco de salida a las 9:30 h de un agradable día de sol y buena temperatura. Junto a mí tenía a Jordi, que esta vez no correría a su ritmo sino que me haría de liebre, pues sólo hacía dos semanas que había finalizado el maratón de su vida en Madrid. El medio maratón de Tàrrega tiene fama de ser duro, creo que por éso se deben de apuntar más corredores al cuarto de maratón (700 frente a 300). Yo conocía el circuito al haber entrenado por él muchas veces, pero nunca había hecho el recorrido completo. Lo más destacable, desde mi punto de vista, es que el perfil de la carrera sube de manera contínua, intercalando pequeños toboganes, desde el kilómetro 6,5 hasta el 15,5. Por otra parte, se alternan tramos de asfalto con intervalos de camino, que endurecen aún más la prueba.

Llegada a meta (foto de Anna Cregenzan)

Empezamos a buen ritmo, para recortar minutos de los que inevitablemente perdería en la subida, así que llegamos al kilómetro 7 a ritmos entre 4:29 y 4:35 min/km. Algún compañero del club que nos adelantó comentó divertido que había que aprovechar la oportunidad única de poder pasar a Jordi. Yo quería reservar fuerzas para la segunda parte de la carrera, así que llegamos al kilómetro 10 en 48 minutos. A partir de ahí las cosas ya no fueron tan bien. El ritmo se situó al entorno de 5 min/km e incluso 5:15 min/km en los tramos más difíciles.
Los avituallamientos eran fantásticos, con agua, bebida isotónica, esponjas, pero yo los suelo aprovechar poco. Esta vez Jordi me cogía el agua, y yo tomaba sólo un par de sorbos. También había zonas con aspersores que nos refrescaban a nuestro paso y pasé por debajo de todos ellos. Sólo me preocupaba de correr siguiendo a mi liebre, y no tenía idea del tiempo que llevábamos corriendo pues el Garmin lo llevaba sólo él. Sin embargo, cuando llegamos al pueblo de El Talladell a falta de algo más de tres kilómetros para la meta, tocaron las 11 en el campanario del reloj de la iglesia. Unas cuentas rápidas hicieron evidente lo que ya me temía, que sólo podría luchar por bajar de 1 h 45 min. Pero por mucho que lo intentara no podía correr más rápido, así que intenté aguantar y disfrutar de la parte final de la carrera. Al final, 1 h 44 min 29 s, un tiempo muy discreto, pero muy digno teniendo en cuenta que estoy saliendo de una lesión. Inexplicablemente, quedé 3a de mi categoría, así que imagino que el duro perfil de la carrera debió afectar a muchas otras corredoras por igual.

Avituallamiento (foto de Mònica Campillo)

Es una lástima que nunca tenga ganas de comer después de una carrera, pues esta vez el avituallamiento a la llegada era sensacional. Parecía el aperitivo de una boda, con brochetas de fruta y fuentes de chocolate, yogur con frutas, zumos naturales, turrón, coca, en fín, una infinidad de delicatessen. Y, entre todo este despliegue de lujo asiático, también había inflables para los más pequeños.

Creo que casi todos los participantes coinciden en afirmar que fue una gran carrera, con un ambiente fantástico. Todo un éxito de la organización, de todos esos corredores de nuestro club que trabajaron duro para que nosotros pudiéramos correr en las mejores condiciones posibles.

Moltes gràcies companys!

Para acabar, aquí os dejo una foto que nos hicimos al final de la entrega de premios con Jaume Leiva, maratoniano de élite, grandísimo campeón y aspirante a los Juegos Olímpicos. Él fue el ganador del cuarto de maratón, con récord absoluto de la prueba. De nuevo, tras conocer a Roger Roca, pude comprobar que no está reñido ser un campeón con ser una persona agradable, sencilla y simpática.

Todos corrimos con Jaume Leiva