domingo, 8 de mayo de 2016

XVI Mitja Marató i 10 km Ciutat de Tàrrega (8 de mayo de 2016)

Hoy se ha celebrado el medio maratón y 10 km de mi ciudad, Tàrrega. Hacía unos años que no podía participar, ya que estaba dentro de la organización, pero el pasado mes de noviembre dejé la presidencia del Club y eso me ha permitido en esta edición vivir la carrera de nuevo como corredora. Era esta mi principal motivación para correr esta prueba en medio del otro tipo de competiciones en las que estoy inmersa y que tanto se alejan de la filosofía del medio maratón. Justo una semana antes había hecho una ultra de 59 km por montaña, y otra de 56 km dos semanas atrás, así que no podía esperar haberme recuperado lo suficiente como para rendir con normalidad en los 21,1 km. Sin embargo, tenía ganas de correr algo más rápido de lo que vengo haciendo desde hace unos meses y hoy era la oportunidad ideal para hacerlo.

100x100 Fondistes de Tàrrega. Foto: Núria Guirao
Es también el día del año en que más Fondistes de Tàrrega nos encontramos. Es muy agradable charlar con ellos y ponernos al día de nuestras batallitas atléticas. Alguien, sin embargo, está librando otra batalla personal mucho más dura de la que seguro que saldrá victorioso. Desde aquí le envío toda mi fuerza y mi ánimo.

Mi hija Ainhoa tenía ganas de correr los 10 km. Lo hizo por primera vez hace dos años, cuando sólo tenía 10, y le hacía ilusión ver cómo había progresado durante este tiempo. Jordi decidió acompañarla y, finalmente, mi hijo Aleix también se apuntó con ellos.

Aleix y Ainhoa en el km 7
La carrera empieza a las 9:30 y hoy no hace falta ni madrugar, qué tranquilidad correr en casa. El tiempo está inestable y no sabemos si va a llover. Finalmente aguanta, pero el cielo está cubierto, la temperatura es fresca y hace bastante viento. Puntualmente, se da la salida a los más de 500 corredores participantes en las dos distancias. En sus 16 ediciones, ha habido bastantes cambios de circuito con la idea de suavizar el duro recorrido, aunque con escaso éxito, todo hay que decirlo. La ciudad y su entorno son lo que son, y es difícil encontrar tramos sin desniveles. Por ese motivo, no es una carrera en la que normalmente se pueda hacer marca personal. Este año, la organización ha cambiado de nuevo el trazado, volviendo a un circuito combinado de tierra y asfalto.

Aleix, Ainhoa y Jordi en el km 9.
Al principio me siento extraña, hacía meses que no corría un medio maratón. Sé que voy a resistir la distancia sin problemas, pero también sé que voy a ir muy, muy lenta. La cuestión es saber cuánto. Mi tiempo habitual últimamente en medio maratón (los que me leéis recordaréis que más que habitual, ja, ja,...) es 1 h 38 min. Pero ese tiempo no incluye Tàrrega, donde en mi última participación hice un crono de 1 h 44 min. Esa era mi referencia, así que lo que hoy esperaba era no alejarme mucho de ese último registro. La primera parte del circuito la hacemos todos los participantes y corremos muy acompañados. Yo le he cogido el ritmo a un compañero del club que va a hacer los 21,1 km, y vamos tirando el uno del otro. En este tramo hay dos avituallamientos, y yo bebo agua en los dos. En el km 9 los corredores de los 10 km se dirigen hacia la meta y los del medio maratón nos desviamos para realizar la segunda parte del recorrido, la mitad del cual es en subida. Paso los 10 km en 49 minutos. En otra situación ya estaría deprimida, siempre intentando pasar este punto sobre los 45 minutos, pero hoy voy tranquila y bien, siendo realista en mi previsión.

Km 17.
Pienso en mi hija, que estará llegando a meta, a ver qué sensaciones ha tenido con esos acompañantes de lujo. Y a subir durante cinco kilómetros, en los que pierdo muchísimo tiempo. Es un recorrido de subida y bajada por la misma carretera, así que enseguida nos cruzamos con los primeros clasificados y con muchos conocidos, a los que voy saludando. Giro de 180º y se inicia la bajada. Ahí intento apretar lo que puedo, que no es mucho, y al cabo de unos centenares de metros me encuentro con Jordi que, después de dejar a mis hijos en la meta, ha subido a buscarme. El cambio de ritmo es importante.

Entrada en meta.
Los kilómetros pasan bastante rápido, imagino que porque mi referencia temporal es mucho más larga debido a las pruebas en las que participo últimamente. Un kilómetro por la montaña es eterno en comparación con un kilómetro sobre asfalto, la verdad. Estamos corriendo bastante solos y no hay mucho público, pero los pocos que hay nos animan todos con fuerza, esto se agradece mucho. Finalmente llegamos a la recta de meta. Jordi se aparta y entra por un lateral y finalmente cruzo en arco de meta en 1 h 45 min. Un tiempo en sí horroroso, pero muy bueno dadas las circunstancias. Porque sí que es verdad que soy una mujer fuerte, pero tampoco hay que pasarse, ja, ja, ...

Todos juntos después de la carrera.
Me encuentro con mis hijos, y me dicen que Ainhoa ha acabado los 10 km en 57 minutos. ¡Un gran tiempo!

Precioso detalle como premio a la categoría.
Otros años hemos podido relajarnos al sol y disfrutar del avituallamiento final sin prisas, pero hoy hace un frío que pela. Cuelgan las clasificaciones y veo que he sido la 9ª mujer y la 1ª de mi categoría (es que una ya tiene una edad, je, je...), así que voy a tener un bonito detalle.

Ahora toca volver al modo ultra, ya que en dos semanas tengo mi próxima prueba de 61 km y 6.000 metros de desnivel acumulado, nada que ver con lo de hoy.

¡Ya os contaré!