sábado, 19 de marzo de 2016

VI Almogàver Muntanyes de Prades (19 de marzo de 2016)

Como os conté en una entrada anterior, la VI Almogàver Muntanyes de Prades que se tenía que celebrar el 19 de febrero, fue retrasada debido a causas meteorológicas. Para mí no representaba un problema, ya que el nuevo día asignado lo tenía libre, pero parece ser que no era el caso de otros participantes, que realizaron una queja formal a la Federación, reclamando la asignación de los puntos de la Copa Catalana a todos los inscritos, como consta en el reglamento en caso de que la prueba sea anulada. Finalmente, ayer por la tarde recibí un mensaje de la Federación en el que se nos informaba de este hecho. Así, ya disponía de todos los puntos sin necesidad de ir hoy a participar en la Marxa.

Edición del 2015. Foto: FEEC.
La verdad es que no lo pensé ni un minuto para decidir que iría a correr igualmente, ya que mi participación en la Copa tiene diferentes motivaciones: por un lado, los puntos y, por otro, disfrutar de los recorridos en parajes tan diversos. Así que de nuevo me fuí a dormir pronto para levantarme esta mañana a las 4:30 h y dirigirme hacia Prades. Cuando paso el Coll de Bell-Tall, no puedo dejar de recordar la nieve que encontré hace tres semanas y que tan mal rato me hizo pasar. Y hoy, casi para confirmar que esta prueba está en verdad gafada, he encontrado lluvia y niebla. Una lluvia y una niebla que me han acompañado hasta Prades y que no iban a desaparecer en todo el día.

La prueba tiene 60 km de recorrido por las montañas de la zona, con 5.400 m de desnivel acumulado. Después de las bofetadas (¡zasca! y más ¡zasca!, ja, ja,...)  que me dieron en Cardona por ingenua hace dos semanas, esta vez analizo bien el perfil, que no tiene desperdicio:


Y ya desde la salida regulo al máximo, vigilando el estado de mis cuádriceps, ya que no estaba dispuesta a pasarme otra semana más con agujetas. Todo podría ser perfecto, ya que me encuentro bien y el entorno es realmente precioso, recorriendo senderos en bosques tan espesos que no ves a la persona que llevas por delante aunque sólo se separe de tí 10 metros. Pero la meteorología se ha puesto de nuevo en nuestra contra; no para de llover y hay niebla. El peligro de esta prueba es hoy de nivel: "Dios". La roca caliza de la zona está tan resbaladiza que hay que tener muchísimo cuidado al pisarla. Los senderos están llenos de barro y es muy fácil resbalar. 

Pero mi cabeza está muy centrada. Ya he dejado que me adelanten en las primeras bajadas todos los que me tenían que pasar, y ahora voy a pocos metros de un veterano que tiene pinta de saber muy bien de qué van estas lides. Viendo las clasificaciones del año anterior, espero hacer la prueba en unas 11 horas y llego al avituallamiento del kilómetro 15 por debajo de esa estimación. Pero ahí la lluvia arrecia, y llegan unos compañeros que comentan que la prueba se debería anular, ya que el peligro es muy grande. Que tenemos por delante todo el día para correr bajo la lluvia, siendo muy fácil lesionarse o simplemente coger una pulmonía, ya que no tenemos ropa de recambio. Me insisten en que no vale la pena seguir, ya que seguramente tendré que abandonar más adelante, y ahora estamos aún cerca de Prades. Estoy cinco minutos valorando la situación, cuatro corredores abandonan ahí mismo. No he abandonado nunca una carrera y pensaba que si lo hacía sería porque no podría seguir corriendo. Pero no, entiendo que hay otras razones para decidir dejarlo si, como hoy, el riesgo para la salud es grande. Así que abandono. Una voluntaria del avituallamiento nos lleva de vuelta en coche a Prades. Llego temblando de pies a cabeza, al haber parado de hacer esfuerzo y estar completamente mojada. Me cambio de ropa, pongo la calefacción del coche a tope y vuelvo a Tàrrega.

Tengo mis 24 puntos. Podría decir que no los he ganado, al no completar la prueba, pero si cuento el sufrimiento debido a la nieve de hace tres semanas y lo que he pasado hoy por la lluvia y la niebla, a lo mejor debería recibir más puntos, ja, ja,...

Así que con estos 24 de hoy ya tengo 58.

Faltan 221...

¡Hasta pronto!