viernes, 22 de noviembre de 2013

Perdida

Esta mañana me ha llegado esto por correo a casa:


Y me han entrado ganas de llorar.

Pues ahí ando intentando olvidar la experiencia del Bilbao Night Marathon, que me ha dejado bastante tocada psicológicamente. Y es que he pasado de tener la agenda repleta de objetivos e ilusiones para los próximos meses a estar decaída y sin interés en las competiciones. Esto es bastante raro en mí, así que imagino que será una situación transitoria que más tarde o más temprano acabará pasando. Aunque también he de decir que ello no afecta a mis entrenamientos, pues sigo entrenando con bastante normalidad, siguiendo mi plan de entrenamiento perpetuo para maratón: cuando lo acabo lo vuelvo a empezar.

El primer objetivo que ha caído de la lista son las 6 horas de Calella, la prueba de ultrafondo en ruta en la que iba a participar el 1 de diciembre. Resulta que iba a ir conmigo un compañero del club, que hacía semanas que se estaba entrenando concienzudamente pero, de forma imprevista, un problema de salud le ha impedido continuar con ello. Entre que estoy poco animada y el hecho de que él ya no pueda ir me ha desmotivado bastante y he decidido renunciar a participar en esa prueba.

Para colmo, ahí andaba Jordi entrenando como un verdadero animal buscando una marca de 2 h 50 min en el maratón de Castellón del 8 de diciembre. Y hace apenas dos semanas ocurre la catástrofe: se lesiona en el tendón de Aquiles. Tiene que parar de correr y continúa entrenándose en bicicleta, pero esta semana ya ha sido consciente de que le será imposible participar en este maratón. Así que me pregunta si quiero ir yo en su lugar. Como está prohibido participar con dorsales de otros corredores yo le digo que de acuerdo, que intente que le cambien de nombre la inscripción. Mientras se lo digo estoy convencida de que a dos semanas del evento no le van a hacer ningún cambio. Pero he aquí mi sorpresa que la organización le responde enseguida, muy amablemente, diciendo que ya se ha procedido al cambio. Me quedo pasmada, la verdad, porque esperaba que ni siquiera le respondieran. Aunque aparte de sorprenderme también me acojono, como es natural.

La verdad es que no sé lo que voy a a hacer. Creo que estoy bien entrenada para acabarlo, pero no para aspirar a un buen resultado y me da un poco de pena ir a Castellón sólo de paseo. Y es que desde los 42,2 km de hace cinco semanas, como tiradas largas sólo he hecho un medio maratón y un par de salidas de 25 km. Por si las moscas este domingo haré 30 km, a ver qué tal. Y si el día 9 de diciembre veis la crónica, es que me he animado a ir.

De momento ando bastante perdida.
¡Ya os contaré!