lunes, 8 de abril de 2013

Cursa de Bombers de Lleida (7 de abril de 2013)

Salida de la Cursa de bombers de Lleida 2013. Fuente:
http://www.labolsadelcorredor.com/fotos-y-resultados-cursa-bombers-lleida/
Después de 7 meses, ayer participé de nuevo en una carrera de 10 km. He tenido bastante abandonada esta distancia porque no entraba dentro de los planes de entrenamiento para maratón, en los que he estado inmersa desde el pasado verano. La "Cursa de Bombers de Lleida" es un evento atlético muy importante de las comarcas de Lleida, con casi 2700 participantes en la edición del 2013. Es también una carrera clásica para los compañeros del club, que se suelen inscribir en gran número. Yo la corrí por primera vez el año pasado, pero como "liebre" de 60 minutos, pues me estaba recuperando de una lesión. Uno de los alicientes de esta carrera es que el perfil es bastante llano, lo que ayuda a conseguir buenas marcas. Así que, al día siguiente de acabar el maratón de Barcelona me inscribí por impulso, aprovechando que Jordi también la quería correr. No habían pasado ni 24 horas del paso por caja y ya me había arrepentido. ¿Desgastar las suelas en una carrera agónica de 10 kilómetros sólo tres semanas después de correr un maratón? En fin, todo sea por conseguir una marca decente en esa distancia, que ahora mismo no tengo porque aquellas en las que alguna vez participo suelen tener perfiles nada favorables.

Sobre mi preparación en estas tres semanas, descansé 3 días después del maratón y al cuarto hice mi primera sesión de bicicleta.  A partir de ahí vinieron los entrenamientos tradicionales de running 4 días por semana. La Semana Santa no echó por tierra mi preparación ya que, aunque estuvimos en Toulouse y nos hizo un tiempo de perros, el hotel donde estábamos tenía un buen gimnasio donde pude continuar mis sesiones de bicicleta y cinta. El lunes, fiesta en Catalunya, hice una salida larga de algo más de 20 kilómetros. Y esta semana he hecho un día de series, nada recomendables tan pronto, según los expertos, en el período de recuperación de un maratón, pero que me darían seguridad psicológica.

Foto: Quim Erta. Los cinco magníficos. Jordi el tercero, mirando el reloj.
Aunque pisándole los talones en meta, al final llegó el primero.
Así que ayer, sin nada de nervios (cosa extraña) nos plantamos en la línea de salida de la III Cursa de Bombers de Lleida. Nos acompaña Imma, la prima de Jordi, que haría su segunda carrera oficial, pues hace poco que ha empezado a correr. Ella sí que está nerviosa, su objetivo es bajar de una hora. Jordi está completamente "atacado" y se relaja escuchando música dentro del coche hasta casi el momento de la salida. Yo ando arriba y abajo, hablando con todos los compañeros del club que voy encontrando. Es lo mejor de estas carreras, el ambiente es espectacular. La salida es por cajones y yo me sitúo en los 45 minutos. Creo que es realista y que puedo acabar en ese tiempo. Tengo la liebre correspondiente justo unos metros por delante. 

Se da la salida. Todo va muy rápido, no estoy acostumbrada a esa descarga de energía tan brusca. Hacemos el primer kilómetro en 4:19 min/km. Es demasiado rápido para mí, pero puedo aguantarlo. Bajo un poquito el ritmo en el segundo kilómetro. Me acerco y me alejo de la liebre. Para mí que no lleva un ritmo constante. No me gusta. Antes de llegar al kilómetro 5 veo que la liebre nos lleva a 4:23 min/km. Ahí la abandono y la dejo irse, no es mi ritmo.  Hay mucha gente animando en diferentes tramos del circuito. Vamos callejeando y siguiendo a lado y lado el cauce del río Segre. En algún momento vemos la silueta de la catedral ahí arriba, es muy bonita. Hay dos avituallamientos, en el km 3,5 y en el 7,5. El primero demasiado pronto y, el segundo, demasiado tarde. Hace un frío que pela y, con el viento que sopla, la sensación térmica es muy baja así que hoy no voy a necesitar beber. Además, seguro que me hace perder algunos segundos así que ya beberé a la llegada. La cantidad de recortadores que hay hoy es espectacular. Yo no lo hago, a veces somos unos pocos los que pasamos por la carretera mientras que la gran masa se sube a las aceras en las curvas. Seguramente hubiera ganado algunos segundos pero me da igual, hay que hacerlo bien. En un suspiro llegamos al kilómetro 8. Desde que dejé a la liebre que no volví a mirar más el reloj. Ya se ve la zona de meta, aunque hay que dar una pequeña vuelta antes de pasar por el arco de llegada. Esprinto los últimos 400 metros. Entro a meta y paro el Garmin en 45 min 07 s. En las clasificaciones veré que hice los primeros 5 km en 22:37 y los últimos cinco en 22:30. Un ritmo muy constante de 4:30 min/km. Y pienso: si conseguí mi objetivo de 45 min, ¿dónde estaba la liebre? Pues ni siquiera la tenía a la vista, así que para mí que entró en 44 minutos o menos. No es nada fácil hacer de marcador de ritmo, esa es la realidad, así que por mi experiencia, al final más vale fiarse de uno mismo. Imma entró en 56 min, muy contenta, con ganas de continuar compitiendo y mejorando tiempos. En cuanto a Jordi, llegó a meta en 37 min 02 s, a una media de 3:42 min/km, absolutamente espectacular. Hoy le duele todo, claro, ja, ja, ja, ...

Tengo ya mis próximos objetivos en el calendario. Ya os los iré contando. ¡Hasta pronto!