domingo, 21 de octubre de 2012

Medio maratón de Mollerussa 2012. Y ahora, ¿qué hacemos?

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Hoy tocaba correr el medio maratón de Mollerussa. A las 9 de la mañana estaba cayendo el diluvio universal, pero el cielo se ha despejado y ha parado de llover justo para la celebración de la prueba, que empezaba a las 10:30 de la mañana. Pero la lluvia ha dejado paso al viento, lo que ha significado un elemento adverso más contra el que luchar.

Más de mil personas nos hemos dado cita esta mañana en la localidad de Mollerussa, para correr el medio maratón y la carrera de 8 kilómetros que se celebraba conjuntamente. Yo me he situado detrás de la liebre de 1 h 40 min, que era más o menos mi objetivo de tiempo teniendo en cuenta mi resultado del año pasado en la misma prueba (1 h 39 min). En los primeros tres kilómetros he visto que la liebre iba más deprisa que el ritmo objetivo, así que he decidido seguir mi propias sensaciones.

Con un ritmo de 4:35 - 4:45 min/km me he sentido muy cómoda y no he sufrido ni de respiración ni de piernas en ningún momento. Cuando hemos salido de la ciudad de Mollerussa y nos hemos adentrado en "campo abierto", he sido consciente de que estaba sudando sin notar una pizca de aire. Era el viento, que soplaba exactamente a nuestras espaldas, en la dirección de nuestro movimiento. Por un momento he pensado que los diez kilómetros de vuelta serían en la dirección opuesta, pero no me he preocupado demasiado. Me sentía bien, así que he ensayado estrategias que no suelo utilizar en los medios maratones: beber en todos los avituallamientos, e incluso me he podido tomar, sin ahogarme, un gel en el kilómetro 9. Estaba tranquila y no miraba el reloj, ya que veía la liebre de 1:40 a poca distancia por delante mío. Con todo esto, he llegado al kilómetro 10 en 47 minutos.

Sufriendo en el kilómetro 18. Foto de Aureli.
A partir de aquí, se efectuaba un giro de 180 grados y, por otra carretera, volvíamos a Mollerussa. De repente hemos chocado contra el muro del viento. Cada kilómetro se hacía como escalar una montaña. Y en el kilómetro 13 he tomado la determinación de rendirme, de no luchar más contra ese elemento y reducir mi ritmo hasta que resultase cómodo, lo que ha sido entre 5:15 y 5:24 min/km. He intentado no pensar en ello e ir pasando los kilómetros como he podido. Poco a poco se ha ido acercando la meta. Como siempre, me ha venido a buscar Jordi que ya pensaba que me había perdido. Las fuerzas las tenía todas, así que una vez a cubierto del viento he esprintado hasta la meta, quizá para demostrarme a mí misma que podía más. Sólo he mirado el cronómetro oficial de reojo, luego he visto el desastre en las clasificaciones: 1 h 45 min 08 s.

Cuando he llegado a casa, he querido demostrarme a mí misma que el resultado de hoy no tiene que ver con mi estado de forma. Así que he cogido los tiempos de los corredores de nuestro club en el medio maratón de Mollerussa en 2011 y este año. Os adjunto la gráfica que he dibujado. La línea azul representa los tiempos de los corredores en el 2011 y la línea roja los tiempos de los mismos corredores en el 2012. Cada corredor está marcado por un símbolo. El resultado es bastante espectacular, pues se ve claramente que, con un par excepciones, todos los corredores han sufrido un incremento de sus tiempos, algunos bastante notable, como es mi caso y el de otros compañeros. Este ejercicio de reflexión me ha servido para demostrarme a mí misma que las condiciones meteorológicas de hoy lo han sido todo menos favorables, y que no es una percepción personal el hecho de que la carrera me haya ido mal.


Y es que es importante para mí, porque no se trata solamente de hacer un medio maratón más o menos, que carreras de estas hay muchas. Resulta que este medio maratón me iba a servir de test para ajustar mi ritmo objetivo en el maratón de Valencia. Según las calculadoras de tiempos de maratón, ahora sólo puedo aspirar a hacer 3 h 42 min. Y entonces, ahora ¿qué hacemos?