sábado, 28 de mayo de 2011

Estefi (más allá del límite)

Cuando hacia el kilómetro 11 del medio maratón de Lleida de 2011 me adelantó como una gacela, poco podía imaginar que tenía ante mí a una gran ultrafondista a la que gracias a este deporte he tenido la oportunidad de conocer. Y, aunque no le gusta ser protagonista, nos hace el regalo de explicarnos sus experiencias a través de este blog de mujeres que corren. ¡Gracias, Estefi!

"Soy deportista desde siempre. En casa, mi padre y mi hermano fueron mis referentes. Desde pequeña oía las historias familiares que explicaba mi padre, que cuando era joven corría al lado del metro en Barcelona, o subía la montaña de Monjuic, retando a sus amigos. En lo que a mí se refiere, jugué a squash desde los 18 años y durante 15 ó 20 años, hasta que el club cerró el negocio y yo cambié de lugar de residencia. Entonces, influenciada por mi hermano, empecé a correr. La razón que me impulsó en ese momento fue el no perder la forma física. Era el año 2003 y mi primer reto fueron los 10 km con subida final de la "Pujada al Castell". Preparé después con un amigo el medio maratón de Mollerussa y puedo recordar aún lo durísimos y largos que se me hicieron esos 21 kilómetros. Un fin de año brindo para hacer mi primer maratón. No había tanta afición entonces y en el gimnasio fuí la primera mujer. Eran finales del 2004. En 2005 me estreno en el maratón de Madrid, para mí una carrera mítica, dura, con multitud de corredores que pone los pelos de punta. La preparé sola y acabarla fue el premio, pero, fue tan especial, que desde entonces llevo 7 maratones seguidos en Madrid. Ahora llevo el globo del ritmo de 4 horas, ¡quién me lo iba a decir!

Debido a la genética y mi constitución soy más resistente que rápida. Así, en 2006 decido a hacer mi primera carrera larga, los 100 kilómetros de Corricolari. Llovió, hizo calor, aguanté hasta el 75 muy bien y después tuve que luchar. Acabé en 17 horas y cuando entré por la línea de meta me dije a mí misma que nunca más haría una cosa similar. Pero cuando en 2007 veo anunciada una carrera de 24 horas en Andorra, convencí a una amiga y nos decidimos. Allí cambió mi referente de las carreras: conocí el ultrafondo.
Nunca había oído sobre lo que era correr durante 24 horas. Salí de la retaguardia y corrí observando. Al final, 145 kilómetros, quedando la primera de la general femenina. Los demás entrenaban para ir al mundial. Y yo con los tobillos y las tibias inflamados durante 5 días...
Y es a partir de aquí que me apunto a un club de ultrafondo, y participo en mi primer mundial de 24 horas, 165 kilómetros, en Corea. ¡No me lo podía creer!

Ahora el ultrafondo es para mí una manera de vivir. No solamente entreno sino que como, descanso y vivo cada día con el ultrafondo. Soy ultrafondo. Llevo 7 carreras de 24 horas, 5 de 100 kilómetros, 6 de 6 horas, 12 maratones y muchas otras más cortas. Cuido el cuerpo y el alma, los pies y las uñas, la alimentación y los libros. Animo a las mujeres a correr, si puedo organizo entrenamientos y sobre todo, disfruto corriendo, sea verano o invierno, con sudor o con nieve, pues nada me impide compartir kilómetros y vida."